Al rezar estos misterios los martes y viernes, los fieles pueden profundizar en el apego y la misericordia de Jesús, recordando su sacrificio por nosotros y buscando imitar su ejemplo en nuestras vidas. Podemos recitarlo especialmente durante la Cuaresma, en Semana Santa o en cualquier momento que deseemos acercarnos a la experiencia de dolor y